RETURN TO
ROUTES
Último Refugio
del Lince Ibérico
Andújar,
territorio lince
Centro histórico declarado
de interés cultural
Iglesia de Santa Marina
Espacio cultural del Ayuntamiento de Andújar
REGRESAR A
Arquitectura Religiosa
IR A
Rutas urbanas
Descripción
Existe la opinión no documentada que allí existió previamente una mezquita. Una vez conquistada la ciudad por Fernando III, fue convertida en templo cristiano y don Rodrigo de Jiménez de Navarra ofició la primera misa.
Fue parroquia hasta el año 1843, no obstante, el templo permaneció abierto al culto hasta fecha no muy lejana. En noviembre de 1994 el Obispado la cedió al Excelentísimo Ayuntamiento de Andújar para un uso cultural y con la obligación de su restauración.
Es un templo de tres naves articulada en cuatro tramos. El primero conserva su primitiva bóveda de crucería, no así los tres restantes que tienen bóveda de cañón, decorada con lunetos cuyas aristas se rematan con cenefa. Entre los lunetos de cada tramo, una estrella de ocho puntas.
Su capilla Mayor se remodeló en 1646 por el maestro mayor del obispado don Juan de Aranda y Salazar. Es de planta cuadrada cubierta con bóveda de media naranja sobre pechinas en la que se encuentra escudos con el linaje de don Pedro y don Luís Pérez de Vargas y Palomino.
Su dos portadas son de una gran simplicidad, siendo la de los pies del templo, barroca y en piedra, la que presenta unsa mayor monumentalidad.
Albergaba el templo una Virgen del Carmen, procedente del antiguo convento de los Carmelitas, y el Cristo de las Batallas que fueron destruidos en la Guerra Civil. La imagen del Cristo de las Batallas fue traída a la ciudad por el mismo Fernando III y estuvo expuesta en el lado de la epístola de la capilla Mayor. En el año 1703 se creó la hermandad de su nombre. Sus fundadores eran menestrales de condición media, pues sólo dos de ellos tenían el tratamiento de "don". El número de Hermanos era de treinta y tres; los demás miembros acompañantes eran los denominados "Esclavos". Cuando un Hermano moría, su hijo tenía preferencia para ocupar la vacante dejada por su padre y, para ello, tenía que aportar una limosna de 12 reales y dos libras de cera. Era obligación de los Hermanos acudir al entierro del fallecido acompañado por doce clérigos que debían llevar una hacheta de a libra encendida. Esta hermandad celebraba su fiesta el tercer domingo de Cuaresma y el treinta de mayo, día de San Fernando.
Ya en el año 1921 se apuntaba en el periódico local El Guadalquivir que esa tradición tan propia de Andújar se estaba perdiendo. En el momento actual no existen vestigios de ella.
Asociación de Amigos del Patrimonio de Andújar
CONSTRUCCIÓN
Siglo XIII
USO ACTUAL
Espacio cultural del Ayuntamiento
DIRECCIÓN
Avda. Doce de Agosto